Excelente trabajo del periodista musical de El País para Ma Non Troppo
Analizamos hoy el libro El río de la música. Del jazz y blues al rock, desde Memphis a Nueva Orleans a través del Misisipi del periodista musical Miquel Jurado, y que podemos acercaros gracias a Ma Non Troppo, de Redbook Ediciones.
Autor: Miquel Jurado
Editorial: Ma Non Troppo. Red Book Ediciones
Número de páginas: 320
Características: 17×24 cm / tapa blanda
Lanzamiento: Julio de 2019
Precio recomendado: 24,90 euros (aprox.)
ISBN: 978-84-120048-6-1
Lo hacemos acompañados de una de las cuatro playlist que el autor propone al final del libro para que se os haga más amena la lectura. Se llama El Misisipi Esencial y -al igual que el texto- es una delicia.
Contenidos de esta entrada
- 1 Un breve podcast para abrir boca
- 2 La relevancia del río Misisipi
- 3 Notas a mano de diferentes estancias
- 4 ¿Qué encontraremos en el recorrido?
- 5 Esculturas y referencias musicales por doquier
- 6 De la encrucijada del diablo al Parque de Louis Armstrong
- 7 Todo en un mismo saco
- 8 La música tal como la entendemos
- 9 Más extras
- 10 Sobre el autor
- 11 Lo mejor
- 12 Lo peor
Un breve podcast para abrir boca
La relevancia del río Misisipi
Sobre el papel del río Misisipi en la Historia de Estados Unidos poco nos hemos interesado a este otro lado del charco. Pero -lo que es más relevante para nosotros-, de lo que ha supuesto para la cultura universal, por ser el centro neurálgico de la aparición de las músicas más consumidas del siglo XX, menos aún.
Lo detalla con maestría Miquel Jurado en este libro que me propuse comentar al inicio del verano y que, sinceramente, me ha supuesto tal delicia que he releído para comentar con mejor tino en este blog.
Notas a mano de diferentes estancias
El río de la música es un libro de viajes, pero no al uso. Aporta las notas a mano de Jurado en diferentes visitas a la zona a lo largo de los años, que se reparten en quince días de viaje (quién pudiera seguir su ruta) en los que, como él mismo apunta, se demuestra claramente que el Misisipi es sólo un río, pero es mucho más. Y su atractivo está muy por encima de su indiscutible belleza natural.
De manera que, a modo de guía, nos dibuja con un grado de precisión notable, sin muchos rodeos, lo que el escritor recomienda hacer y lo que descarta -casi siempre de saque- en el recorrido de más de 600 millas que separa Nashville, en Tennessee, y Nueva Orleans (NOLA), en Lusiana, fundamentalmente a través de la Ruta 61. Si bien, el recorrido arranca en Memphis, a partir del cual Miquel Jurado enfila la Natchez Trace y la Highway 61 -la autopista del blues– para finalizar en la ciudad de la música, que es Nueva Orleans.
Curiosamente, Misisipi y Luisiana aparecen siempre en las estadísticas de los estados más pobres de EEUU. Algo similar ocurre con Tennessee.
Tal vez habría que incidir en esa idea de que no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita. Algo que, indirectamente, refleja de manera magistral Jurado en el grueso de las páginas del libro, que también es una crónica periodística sobre los pueblos, ciudades y personajes que acompañan la riqueza natural del gran río (3.770 kilómetros de recorrido).

¿Qué encontraremos en el recorrido?
Pues de todo, desde esas paradas del autor en Clarksdale y Dockery Farms en Misisipi para, bordeando el río (al que se asoman puentes y caimanes), donde llega a sentir a través de la música presente en el ambiente cómo era la vida en las antiguas plantaciones hasta llegar a Lafayette en Luisiana y parar -para no volver hacerlo- en Tupelo, la localidad donde nació el Rey del Rock.
O en la fábrica de Gibson, para ver la fabricación de guitarras eléctricas… antes de que echara el cierre.
Recorreremos también con Miquel Jurado las estancias accesibles de la excesiva mansión Graceland y conoceremos qué garitos tienen por la zona algunos pesos pesados de Hollywood, como Morgan Freeman (propietario del Ground Zero en Clarksdale) o Dan Akroyd. Otro atractivo más para la visita.
Esculturas y referencias musicales por doquier
Y, otra cosa importante: volveremos a caer en la cuenta de que los estadounidenses saben de marketing. En este caso, con una explotación más que justificada.
Pero, hasta en el rincón menos esperado hay estatuas conmemorativas. Las calles llevan nombres de músicos, de géneros musicales.
Aquí, con todos los respetos, lo más que se nos ocurre es nombrar a las vías con compositores clásicos de otros países, por aquello de no ofender a propios y extraños, o denominar a todas las calles de una ciudad al sur de Madrid con nombres de grupos heavy. Así nos va.
Si bien, como destaca el autor, en otras ocasiones se pasan de frenada: como con el montaje de la casa de Elvis en Tupelo. Sí, es verdad, a veces es mejor el término medio.
El texto de Jurado, además, va a acompañado de múltiples imágenes descriptivas de cada momento en el singular Cuaderno fotográfico que nos aporta.
En ellas se cuelan su hijo Àlex Jurado y su amigo, el periodista Robert Latxague.

De la encrucijada del diablo al Parque de Louis Armstrong
Miquel Jurado se detiene en los orígenes del blues, en el conocido encuentro de Robert Johnson con el diablo, pero también nos acerca al estudio Sun, al que se acercó un camionero llamado Elvis Presley para grabar un disco para su madre pero que hasta más tarde no se convirtió en el primer gran ídolo de masas, o a los diferentes barrancones de las plantaciones que poblaron durante mucho tiempo esclavos.
Pasando, cómo no, por la calle del blues (Beale Street) en Memphis, la Plaza Congo o el Parque de Louis Armstrong, ambos en Nueva Orleans.
Nos adentraremos en historias singulares como la de Storyville, la tienda de Ernest Tubb, o lo que él denomina Oprydisneyland.
Por eso es tan recomendable este libro. Porque nos acerca a los diferentes géneros musicales a través de pequeñas píldoras, de una manera amena, y nos sitúa de una manera clarividente en los escenarios clave de cada uno de ellos. Como si estuviéramos allí.
Esa es la verdadera función del periodista. Contar las cosas como son, para que quien las vea, las escuche o las lea, las sienta.
Algo de lo que se ha alejado el periodismo de hoy, elucubrador, ultrainterpretativo y recalcitrante. No periodismo, en resumen. Vean si no el verano que nos han dado con los fichajes futbolísticos. Dos en particular. Para hacérselo mirar.
Jurado -a lo que íbamos- nos embarca, en suma, en un viaje en el que no faltan sorpresas, moteles (habitualmente de la cadena Motel 6), gente afable como el encargado del acceso al museo de B.B. King, ni malos cafés.
Todo en un mismo saco
A orillas del Misisipi, Miquel Jurado se empeña en encontrar todo tipo de manifestaciones musicales, y hace el ejercicio no siempre sencillo de desgranárnoslas para regocijo del lector. Conoce al dedillo los entresijos de las diferentes comunidades. Hasta la geografía de la zona. Por ello nos insiste en que aquello de Delta del Misisipi es una falacia. La experiencia es un grado. Como muestra, un botón:

[…] No era muy habitual que a los esclavos africanos se les permitiera reunirse fuera de las iglesias, así que sus primeras músicas se limitaban a los cantos de trabajo de las plantaciones y a los espirituales de los oficios religiosos. Probablemente también cantaban a escondidas pero, por razones obvias, nada sabemos de esas canciones.
Cuando los primeros afroamericanos se liberaron de la esclavitud y pudieron reunirse a sus anchas, los temas más mundanos, antes prohibidos, comenzaron a inundar sus cantos: el amor, el desamor, el sexo, el desarraigo, el juego, el dinero y otros aspectos de su miserable existencia.
Los antiguos esclavos ya no tenían que esconderse para cantar sus penas o las cosas más íntimas de su vida. Al hablar siempre se presenta como la expresión de un sentimiento de tristeza o depresión y no hay duda de que esclavos y libertos tenían razones para sentirse tristes y deprimidos pero el blues es mucho más […]
La música tal como la entendemos
Desde el góspel y los espirituales negros, con los que se enseñaba la palabra de Dios, pasando por el blues, el jazz, y rhythm and blues hasta el soul, el country y western o el rock… Todo tiene cabida en el libro El río de la música.
En esta zona del Nuevo Mundo surgiría otro nuevo mundo. Ese que nos ha llegado a nosotros y que hace del entorno del Misisipi el lugar con mayor cantidad de música de calidad por metro cuadrado de todo el siglo XX.

Hablando en plata, la música de hoy no sería como es sin el Misisipi de ayer.
Jurado apunta en el prólogo que su intención no pasa por describir músicas ni historia de las mismas, porque aquello requeriría de un trabajo enciclopédico, pero lo cierto es que demuestra un profundo conocimiento de aquello sobre lo que escribe, de las músicas que detalla. De sus protagonistas, de los acontecimientos en torno a ellos…
No te pierdas las playlist (listas de audición) que incluye el autor al final del libro. Al inicio de este texto te hemos facilitado la más representativa, pero aporta estas otras cuatro:
- El Misisipi (380 temas)
- El Misisipi. Nacimiento del Jazz
- El Misisipi. Orígenes del Rock
- El Misisipi. Solo Blues

Más extras
Pero aún hay más. Jurado no sólo ha hecho un compendio de la música que nos ha de acompañar en este -u otro- viaje. También nos aporta, en función del texto, las direcciones, precios, horarios y comentarios que cree oportunos para cada uno de los lugares que él ha visitado. ¡Genial!

Igualmente, nos aporta algunos detalles de la banda sonora que él recomienda. La divide en diferentes apartados, que se centran en los lugares de grabación u orígenes de las músicas. Es decir, hay sitio para los primeros espirituales negros, para la lucha por los derechos civiles, pero también para algunas de las piezas que nacieron en la época dorada de Nashville. ¡Otra maravilla!
Esto, en la parte final del texto. En el resto encontraremos mil anécdotas, como la búsqueda de cerveza sin alcohol por parte de Jurado -y los problemas que esto le acarreaba- y
Sobre el autor

Miquel Jurado (Barcelona, 1951), autor del libro El río de la música, es un histórico del periodismo musical, aún en activo. Encargado de hacer el grueso de las crónicas musicales catalanas que aparecen en El País desde 1983. También ha hecho mucha radio y fue el fundador de la revista Quàrtica Jazz en 1981. Además de esa labor en la empresa privada, es asesor de diferentes administraciones en materia musical. Una voz (y una pluma) autorizada para abordar todo lo que tenga que ver con música. Y una eminencia -como siempre, no lo suficientemente reconocida- en su tierra.

Lo mejor
Todo. Un libro apto para viajeros que se planteen nuevos recorridos (si se lo permite el presupuesto) en general, y para melómanos en particular. Una maravilla de lectura, porque además de incidir en las claves de cada contexto musical, nos las aporta en pequeñas píldoras. Excelente trabajo.
Lo peor
Por sacar un pero, el excesivo detalle en ciertos momentos, y -a modo de chascarrillo- la singular manía del autor hacia lo que denomina hipsters, a los que cita en cuatro o cinco ocasiones a lo largo del libro.
Ahí sí mete a cierta gente, a toda ella, en un mismo saco.
La expresión tal vez denota purismo, aunque creo que Jurado está muy por encima del en ocasiones molesto entorno.

Puntuación: 9,2/10
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Si quieres leer más críticas como ésta, del libro El río de la música MUSIC AND ROCK te las acerca.
¡Muchas gracias por tu comentario, Vidal! ¡Lo escuchamos! El libro merece mucho la pena, de lo mejorcito de los últimos meses.
Saludos
Estupenda descripción del libro, al que llegue después de escuchar al autor en una entrevista en la Cadena Ser en el a Vivir…