La crónica más completa del concierto de la banda californiana en Madrid el 9 de junio de 2023
Te facilitamos la playlist del show en Spotify
Te traemos hoy la crónica más amplia del concierto de Guns N’ Roses, en Madrid, el 9 de junio de 2023.
Que un concierto de las características del celebrado en el estadio Metropolitano, con entre 35.000 y 40.000 asistentes, dependiendo de las fuentes -ya se sabe-, arranque sólo dos minutos después de la hora prevista dice mucho.
Primero, que probablemente la organización esperaba un poco más de tirón en la convocatoria y, en segundo lugar, que hay una infraestructura digna de analizar -e imagino que con un trabajo absolutamente colosal- en torno a su desarrollo.

El primer tema se explica, muy probablemente, porque existe una clara vorágine en torno a las franquicias musicales, como Guns N’ Roses y otras tantas, que propician convocatorias en solitario -ya quisieran las estrellas del reguetón y el trap-, que se llama precios por las nubes y que la industria de la música ya ha asimilado como el hecho diferencial con respecto a una época pretérita en la que publicar un álbum reportaba pingües beneficios.
Hoy, no hace falta que te lo cuente, estamos en otra pantalla del videojuego.
Y esto, como muchos de los que estaréis leyendo esto habréis comprobado, se ha potenciado como consecuencia de que en la pandemia no salimos, y ahora nos pongan lo que pongan, pagamos el pato. Y el plato.
Íbamos a salir mejor de aquello.
Ja.

Por otra parte, sólo en el montaje precedente de la actuación de Axl Rose y compañía había unas 70 personas en el escenario, cada una con una función específica, con el propósito de que luego aquello fuera como la seda.
Fue.
¿Cuánta gente puede participar en un concierto como el de ayer? Si no está cerca de las mil, no me quedaré muy lejos.
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Guns N’ Roses, sorprendentemente, en forma
El reloj marca las 21,32h, empiezan a verse, en una tal vez infrautilizada pantalla central, imágenes secuenciales.
Por espacio de un par de minutos.
Esto ya anticipa lo que se viene.
En parte.
Lo que no esperábamos ninguno de los presentes es que estuviésemos ante un espectáculo de 205 minutos.
Y esto tiene alguna que otra explicación, pero vayamos a lo importante, y siempre pensando en esa máxima que dice que, éste puede haber sido el último tour de la banda californiana en España.
O no.

Un Partenón con buenos cimientos
Permíteme la licencia. Sobre todo porque la gira europea de los Guns acabará en Atenas, en Grecia.
Axl Rose, Slash, las columnas vertebrales sobre las que se asienta un Partenón llamado Guns N’ Roses, están en plena forma (musical).
A Slash le dejas una guitarra (una de las siete u ocho que manejó, por aquello de la diferente afinación del instrumento) y te llena las vacaciones de un maestro.
No tiene reparos.
Su primer solo -afeado por la distorsión, que no acoplaba con garantías al espacio del Metropolitano- llegó tras recuperar para su interpretación Slither, uno de los temas más conocidos de la aventura del guitarrista con Velvet Revolver.
Mientras tanto, el dominio de diafragma del pelirrojo que enamoró a millones de fans en el tramo final de los 80 y el inicial de los 90, llegó al final del show fresco en sus interpretaciones, con esa voz de barítono tan característica.
Increíble.

Por si no lo recuerdas, la de Rose era considerada una de las voces más importantes del panorama general de los 90, en aquella época en la que hicieron giras tan bestias (en todos los sentidos), como la posterior al lanzamiento del disco doble Use Your Illusion.
Pero hay que decir que Duff McKagan -el bajista original de la banda– y Dizzy Reed -a los teclados– también siguen dando el callo, como incorporaciones posteriores a aquella época gloriosa, como Richard Fortus –rítmica-, Frank Ferrer –batería– o el toque femenino del grupo, Melissa Reese.
Éste puede haber sido el último concierto de la banda californiana en España.
O no.
¿Y por qué tan largo?
Vamos a echar mano de una hipótesis.
No es otra que la de que los Guns N’ Roses se sienten en nuestro país como en casa.
Bueno, ese es el topicazo.
Lo primero que el Bob Dylan de turno suelta por su boquita a la tercera o cuarta canción y en el cierre de la cremallera.
Ah, no, perdón, que el Nobel de Literatura ni saludó, ni se despidió en su última parada, en Madrid, dos días antes que los Guns N’ Roses.
No lo necesito, pensará…
Y tiene razón.
Pero un por favor, un gracias, hijo mío, tampoco hace daño a nadie.
Basta con ver el empeño que pone Axl en referirse a nuestro país, con su enunciación en inglés -lógicamente-: Spaaaainnnnn (con esa n nasal que sólo él sabe apuntalar).
It’s good to see you, apuntaba, tras entonar You could be mine.
Terminator ha vuelto.

Ni caso al doctor Rose
November rain pudo ser el culmen.
O Sweet child o’mine.
O Don’t cry. Hay tiempo hasta para que Slash se lance a rasgar su guitarra con un extracto del Voodoo child de Jimi Hendrix.
Con más de uno/a contraviniendo la prescripción médica del doctor Rose.
Llorando, con ganas.
Pero se corearon especialmente otras dos versiones, la de Knockin’ on heaven’s door y la de Live and let live, presentes ambas en el Use your illusion.
Hubo momentos de éxtasis -no precisamente por el humo perfumado que llegaba por varios frentes- con Pretty tied up (tema que han recuperado para esta gira, tras mucho tiempo), con Welcome to the jungle o con la llegada, casi al final, de clásicos iniciáticos como Nightrain y, por supuesto, Paradise city.
Regreso al pasado.
Para muchos, glorioso.
Para otros, cargado de melancolía.
Pero, chic@, ahí estábamos.
Los Guns… y nosotros.
Que nos quiten lo bailao.
Yo me quedo con Estranged, mi canción preferida de la banda, junto a Civil War.
Nada de señoras mayores
Verás:
Hay en internet un meme en el que se muestra a Marilyn Manson, a Ozzy Osbourne, a Robert Smith y a Axl Rose como “señoras que…” comparando cómo eran hace 30 o 40 años y cómo son ahora. Creo que el 95% -tirando a la baja- de todos nosotros, no afrontaríamos con garantías dicha comparación con respecto a nuestro yo de… ¡hace 20 años!

Pero es más fácil dar caña al que sabemos que no nos va a replicar, que a lo que nos encontramos en el espejo. Cada día. Ese, ya adelgazará, o se cuidara un poquito más, que va siendo hora…
A los Guns N’ Roses se les debe un respeto, aunque sólo sea porque, allá por 1987 se atrevieron a lanzar un disco diferente, el Appetite for destruction, que removió a una industria apegada a un hair rock que estaba en la cresta de la ola -has visto, cómo jugamos con los términos-.
Años más tarde sacudieron el mundo, en el mítico 1991, con el citado Use your illusion, casi insuperable, que les llevaría de gira por medio mundo.
Un hito al que se han vuelto a subir en esta ocasión, dentro de una gira que les tuvo hace unos días en Tel Aviv, en Israel, y, ya en Europa, les ha aterrizado, en una primera parada, en Madrid.
En España.
Ni la pésima acústica pudo con el show
Lo de la pésima acústica del Metropolitano, no es nuevo.
Ni mucho menos.
Hace cuatro años: compra de boletos para ver a Bon Jovi.
De teloneros, Marea.
Grada lateral Oeste.
Se escucha mejor en un patio de luces.
De veras.
Ayer, ocurrió lo mismo.
Hasta la tercera canción, no adaptas el oído a lo que va sonando. Pero, por entradas a los precios que se plantean, alguna solución debería fijarse.
Ese problema tiene que solucionarse.
Digo yo…
Pero, dio igual.
Toda una generación, o dos, nos dimos cita a 40 kilómetros de lo que hicieran Kendrick Lamar o Depeche Mode -a estos no me habría importado verles- en otra franquicia, en este caso festivalera, como es el Primavera Sound.
Parece que por allí estuvo Ayuso.
No sabe lo que se perdió, y lo que disfrutamos nosotros.
Y lo que es mejor, nos desgañitamos, pensamos al unísono, que los Guns N’ Roses, ese grupo que tantos recuerdos de juventud nos trae, y que seguimos escuchando a todo trapo, puede asemejarse a esos colegas a los que hace años no ves y piensas: pues se le ha caído el pelo, o, se ha puesto como un elefante de gordo…
Pero, de saque, los tiras un abrazo y te llenan el alma.
Comunidad.

La camisa negra
Desconozco si Axl Roses es un influencer de esos que cobran regalías por llevar unos calzoncillos visibles en la retaguardia, o si sólo era una estrategia para llamar la atención de los asistentes.
Vamos teniendo una edad -como me joroba esta frase hecha-, y nos despistamos con facilidad.
Me voy a quedar con la segunda opción.
El cantante de Guns N’ Roses cambió de camiseta al menos en cinco ocasiones, con modelos más comedidos en los primeros compases del show, pero con imágenes centrales impresas al final en las que se veía a mujeres desnudas en diferentes posiciones.
El calor apretaba en Madrid… Que se lo digan a Slash, quien no optó por mover su vestuario y, ya en la quinta pieza, aparecía calado como un pollo.
Al hombre de la chistera y la melena rizada -¿Cómo puede aguantar eso ahí arriba, sin moverse, más de tres horas?- dale una guitarra (si es doble mástil, mejor) y te llena una campaña electoral. La planificación de todos los partidos.

Pero volvamos a lo de Axl…
¿Provocación?
Pues, como digo, entiendo que por ahí van los tiros.
Y en un país que ha perdido tanto su gracia en los últimos tiempos, y en el que nos ofendemos hasta por la aparición de una nube, pensé: a por él que va alguna mente brillante…
Todos quieren su minuto de gloria.
Espero que no.
Aunque, visto lo visto, puedes encontrarte cualquier cosa.
Ofendiditos go home.
Qué daño hacéis…
Algunos detalles
La Guerra en el patio trasero de Europa
Ucrania, siempre presente
Arranca Civil War.
En esa intro absolutamente brutal dentro de una canción brutal, y en el vídeo de fondo, una bandera de Ucrania sobre la que se van sobre rotulando las primeras letras del tema.
What we’ve got here is failure to communicate
Some men you just can’t reach
So you get what we had here last week
Which is the way he wants it, well, he gets it
I don’t like it any more than you, men
La guitarra de Duff y Prince
Que McKagan portara en el frontal de su bajo de color blanco el símbolo de Prince llamó la atención.
Pero el músico ha demostrado en más de una ocasión su admiración por el autor de la emblemática banda sonora de Purple Rain.
De hecho, así lo ha manifestado en más de una ocasión, y hace un tiempo participó en una reedición del 1999 de Prince, publicado a principios de los 80.
Carreras y poses bien estudiadas
Si eres seguidor de Guns N’ Roses, segurísimo que has visto en algún momento el concierto que dieron en el Tokyo Dome, el 22 de febrero de 1992, dentro de la gira del Use your illusion.
Por aquel entonces un esbelto Axl Rose, con aquel pantalón corto, o con su recordada faldita, se echaba unas carreras que ni Usain Bolt.
También, aquellos giros vocales mientras apoyaba su pie derecho sobre algún altavoz…
El sudor perdura, sudor sobretatuado.
y algunas de aquellas florituras. Su escenografía perdura.
Ojo con Fortus

Y la guitarra de Richard Fortus, cuando tiene ocasión, suena de maravilla.
Ajena a la distorsión que lidera esos engarces de dos, tres, las cuerdas que hagan falta que protagoniza Slash, nos ofrece un sonido limpio.
Brillante diría yo.
Mientras, sí, el rey de la chistera, Slash, nos deleita mostrando sus giros, en este caso sonoros, a partir de nuevas poses junto a sus guitarras.
Cada una de un color.
Alguna especialmente tocada por el paso del tiempo… Como la que empleó para recuperar el único hit que aparece en la setlist de aquel singular Spaghetti Incident?, Down on the farm.
¿Slash le habla a su guitarra?
¿Tú te fijaste que, cada poco tiempo, Saul Hudson parecía hablar a los mástiles, porque yo traté de entender si estaba siguiendo la letra, y a mí me daba la impresión de que… no.

Sea como fuere, y a pesar del penoso sonido que nos brinda el Metropolitano, fue uno de los elementos clave del éxito de un espectáculo que, para muchos seguramente se afrontó sin enormes expectativas, pero que fue muy resultón, completo y satisfactorio.
El espectáculo, pese a esos inconvenientes -que no son poca cosa- cuesta lo que vale.
Velvet Revolver, The Stooges y un poquito del People get ready
Uno de los mejores temas de Velvet Revolver, aquella aventura paralela en la que se embarcó Slash cuando nadie dábamos un duro por que se fuera a volver a sentar a la mesa (musical) de nuevo con Axl Rose, Slither, suena dentro de esta gira 2023 de Guns N’ Roses.
También lo hace T.V. Eye, otro hit, en este caso de The Stooges, presidido por la distorsión es interpretado, al micro, por parte de Duff McKagan, el fornido bajista de los Guns N’ Roses.
Acaba su momento, y lanza púas a ese público VIP que puebla las primeras líneas de defensa o ataque, según el momento, entre el público.

También hay hueco en el recital el People get ready que popularizaron Rod Stewart y Jeff Beck. ¡Qué temazo! En el cierre de su particular interpretación de Wichita Lineman, de Jimmy Webb.
En este caso, con Slash y McKagan, en uno de los descansos propiciados para que Axl no quemara todas las balas y llegara, como llegó, pletórico, al final.
The Pretenders, como teloneros
Que Chrissie Hynde es una de las grandes del rock (pop-rock) de las últimas décadas es un hecho. Se pudo ver en Madrid, donde The Pretenders, grupo liderado por ella, fueron calentando motores ante lo que vendría después.

¿Sabías que Hynde llegó a actuar en una serie que marcó a buena parte de aquella generación que escuchaba en casete, vinilo o compact disc a los Guns N’ Roses?
Por los suelos
– ¡Slash se ha tirado al suelo!
– No, al suelo, no…
– Bueno, como si fuera el suelo…

Otros rompieron una vez su guitarra sin querer y, a partir de ese momento tuvieron que encargar camiones de eléctricas…
El broche de oro del espectáculo, que concluyó, tras unos bises que incorporaron Yesterdays como novedad en lo que va de Tour, fue la salida, como en sus mejores tiempos, a saludar al respetable, con Duff toalla sobre el hombro, Axl lamentando haber recurrido a una camisa de satén en algún momento del show… y Con Slash tirando púas como si no hubiera mañana.
Son las 0,57 del día 10 de junio de 2023.
Slash hace el pino delante de todos nosotros.
Creo que ha disfrutado tanto como los 37.500 tarados que seguimos amando la música de Guns N’ Roses.
Tantos años después.
Somos muchos más de los que estamos, lo sé.
Y… ojalá haya más oportunidades.
Para ellos, y para nosotros.
Guns N’ Fuckin’ Roses, sois bienvenidos en Hispania, la tierra de los conejos.
Playlist
Hasta 33 canciones sonaron en el concierto brindado por Guns N’ Roses el 9 de junio de 2023 en el estadio Metropolitano de Madrid. Clica sobre la imagen que ves justo encima y te llevará a Spotify.
Fueron éstas:
It’s so easy
Bad Obsession
Chinese democracy
Mr. Brownstone
Slither (Velvet Revolver)
Welcome to the jungle
Pretty tied up (the perils of rock n’ roll decadence)
Reckless life
Double talkin’ jive
Hard Skool
ABSURD
Live and let die
Wichita Lineman
You could be mine
Estranged
Down on the farm
Rocket queen
Anything goes
T.V. Eye (The Stooges)
There was a time
Don’t cry (original)
Shadow of your love
Civil war
Solo de guitarra Slash – outro con People get ready (Jeff Beckham y Rod Stewart)
Sweet child O’mine
November rain
This I love
Locomotive (Complicity)
Knockin’ on heaven’s door
Nightrain
Bises
Yesterdays
Patience
Paradise city
Puntuación
8,2/10
Próxima parada: Vigo
Tras arrancar su gira europea en Madrid, la banda permanecerá en el viejo continente hasta el 22 de julio en que aterrizan en Atenas. Las citas que han programado son espaciadas en el tiempo, algo comprensible si atendemos a lo ocurrido en Madrid: casi 3 horas y medio de espectáculo.
La próxima parada, el lunes 12 de junio, en la ciudad gallega de Vigo.
Allí ha habido polémica, pero al final, el rock and roll acaba triunfando, como la verdad 😉
Larga vida al rock and roll.

La banda: Guns n’ Roses
Axl Rose – Vocales y piano
Saul Hudson (Slash) – Guitarra principal
Duff McKagan – Bajo y coros
Dizzy Reed – Piano
Richard Fortus -Guitarra rítmica
Frank Ferrer – Batería
Melisa Reese – Teclado
Gracias a Santi Lorenzo, por las fotografías, y el buen rato del concierto y alrededores.
Estuve en el concierto de los guns y era de los peores conciertos que he oido en cuanto a sonido…. un entramado de ruido, sonidos con reverberación, nada nada limpio, un autentico fiasco… si es que se oía mejor en fuera del estadio que dentro.
El concierto en si, pues sublime, me lo pasé pipa pero no se puede oir tan lamentable..
Veremos el concierto (los 2 días) de metallica que harán allí en 2024… miedo me da
Totalmente de acuerdo. Gracias por comentar
Los solos de Fortus, me encantaron, muy técnicos y limpios.
El sonido en grada muy malo, solo al final lo mejoraron un poco. Es una pena