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(Sittin’ on) The dock of the bay y el silbido más reconocible del R&B 11 minutos de lectura

5/5 - (1 voto)

La primera canción póstuma en llegar al número 1 del Billboard, de la mano del genio del soul, que tuvo un trágico final

FICHA
Canción: (Sittin’ on) The dock of the bay
Grupo: Ottis Redding
Autores: Ottis Redding y Steve Cropper
Disco: The dock of the bay
Duración: 4:17
Posición en disco: 2
Publicación: 8 de enero de 1968
Grabación: Estudios Stax, Memphis, Tennessee (Estados Unidos), los días 22 de noviembre y 7 de diciembre de 1967
Producción: Steve Cropper
Posición más alta en listas: 1 (Billboard)
Discográfica: Stax Records / Volt – Atco / Atlantic Records

Hoy nos acercamos a (Sittin’ on) The dock of the bay de Otis Redding.

¿De qué va la canción (Sittin’ on) The Dock of the bay?

Los años en Estados Unidos estuvieron marcados por múltiples acontecimientos, pero Redding se erigió en uno de los emblemas del movimiento por los derechos civiles y la lucha por la igualdad de la población negra.

A ese compromiso, se ha solido adherir el más probable significado de esta canción universal, que denota la preocupación por el futuro. Esa sensación de que aún falta algo para encontrar el sentido general de la existencia -si es que eso se puede encontrar-

I can’t do what ten people tell me to do. Esta parte de la letra, que podríamos traducir como No puedo hacer lo que diez a la vez me dicen que haga, puede denotar hastío. Cansancio hacia ese entorno que trata de controlar todo en la carrera de un artista que fue una de las mayores figuras musicales del siglo XX. Habiendo completado apenas cinco años de carrera… Evidentemente, pudo ser aún muchísimo más relevante.

(Sittin’ on) The Dock of the bay arrasó en los Premios Grammy del año siguiente, como Mejor Canción de R&B y como Mejor Interpretación Vocal Masculina de ese mismo género.

Portada del single (Sittin' on) The dock of the bay

Calma, la palabra más bella del diccionario

Sin embargo, la letra también denota un momento de calma, de observación, de encontrar belleza en el entorno. Luz frente a la desesperanza.

¿Quién no se ha sentado alguna vez a mirar las nubes, a palpar las gotas de lluvia, a ver detenidamente el agua caer desde un canalón o un acantilado? Ese sentimiento -no me cabe duda- lo hemos tenido todos.

Como decimos, la óptica que se puede aplicar a la canción, varía. Otra interpretación que se le da es la de la pérdida, aunque lo que prima en todo momento es la sensación de nostalgia. Éste fue uno de los temas más radiados en las emisoras del Ejército norteamericano desplazado a Vietnam.

Igualmente, se apunta como otra manera de entenderla como el grito ahogado de un hombre sumido en la soledad y la depresión.

Un silbido clave para la interpretación

Si bien, en el significado del tema, a nuestro entender, es clave el conocidísimo silbido que cierra el círculo, que viene a mostrar una idea de tranquilidad, de dominio de la escena.

Casi, de chulería…

El músico había vivido una etapa de enorme estrés (giras, viajes, grabaciones, su separación…) y el pararse ante las olas, respirar el aire y la brisa del mar… constituía un triunfo.

El debate surgiría, a posteriori, porque hubo quien lo entendió como improvisado, mientras otros lo vieron como absolutamente intencionado. 

La realidad es que Redding lo puso sobre el tapete en las tres últimas tomas…

Se ha afirmado que el cantante olvidó la letra de la canción y en su lugar decidió rematar el tema con este silbido, pero parece una idea descartable.

Otros aseguran que no fue él quien silbó, sino el guitarrista Sam Taylor.

Sea como fuere, y frente a lo que dicen algunos anuncios: inténtalo en tu casa.

Es complicado, no… complicadísimo ejecutarlo con soltura.

Grabada tres días antes de morir

Tras la trágica muerte de Otis Redding, que le sorprendió cuando sólo tenía 26 años en un accidente aéreo, el 10 de diciembre de 1967, se publica este tema a principios del año siguiente. Prácticamente acababan de enterrarlo, y había que aprovechar el momento…

Para muchos, esta canción es considerada el epitafio tallado en la tumba, en Georgia, del músico, que por los pelos no pasó a formar parte del Club de los 27.

Tres días antes de aquel terrible suceso, que marcaría la Historia de la Música, había completado los últimos arreglos vocales del tema.

Es uno de los emblemas del soul, y uno de los primeros temas que viene a la mente si del sonido Stax estamos hablando.

El silbido del para muchos Rey del Soul es uno de los más reconocibles en la historia de la música, de la excelsa voz de Redding, poco que decir, mientras que el acompañamiento corrió a cargo de la banda de Stax Records, Booker T. & the MG’s.

Se convertiría en la primera canción de un artista fallecido en llegar a lo más alto del Billboard, y de este sencillo se vendieron la friolera de cuatro millones de copias en aquellos primeros momentos. En el post-mortem. En el Reino Unido, alcanzaría el número 3.

¿Cuándo se compuso (Sittin’ on) The Dock of the bay?

Redding, el abanderado del Sonido de Memphis, compuso la canción, a finales de 1966, tras haber estado en un cobertizo para pequeñas embarcaciones en Sausalito, al otro lado de la Bahía de San Francisco (que aparece en la letra del tema: Frisco Bay). 

Allí había alquilado Redding, junto a su road manager Speedo Sims, una casa flotante, harto como ya estaba de vagar de hotel en hotel.

La imagen, no podía ser más evocadora: el agua calmada de la bahía, pescadores tirando sus redes y esa especie de mugidos sordos que emiten las gaviotas.

La escribió después de haber actuado tocando en una de las salas de conciertos más conocidas de aquella época -hay que recordar que estamos en los años de la cultura hippie-. 

De hecho, con quien estuvo oteando aquella maravillosa vista desde la que se ve el Golden Gate, fue con el director del auditorio Fillmore, Bill Graham.

Fue medio año después de los conciertos que dio allí entre los días 20 y 22 de diciembre de 1966. 

A esto se refiere en este tramo de la canción: “Dejé mi casa en Georgia, me dirigí a Frisco Bay”. 

Concretamente, a que fue a actuar a la capital de la contracultura, en el segundo tramo de los 60.

Aquello era la materia prima sobre la que tejer una canción única, que completaría junto al productor Steve Cropper, quien también le ayudó con el resto de temas del álbum.

Redding impresionó a todos con su versión de Satisfaction en Monterrey, pero en este momento de su vida estaba escuchando de manera intensa a The Beatles y a Bob Dylan, además de haberse aficionado a la marihuana. 

Había superado su matrimonio con Zelma Atwood y estaba enamorado de Carla Thomas y estaba dándole vueltas a ponerse por su cuenta, crear su propio sello discográfico y producir música. Era un tipo ambicioso. Listo.

Algunas curiosidades en torno a (Sittin’ on) The Dock of the bay

Broadcasting Music acreditaba esta canción como la sexta más interpretada del siglo XX, a pesar de que Otis Redding nunca llegó a interpretarla sobre un escenario. 

No fue un aquí te pillo, aquí te mato. El artista, autor de maravillas como I’ve been loving you too long, estuvo muchos meses jugando con la melodía que había descubierto, casi de manera aleatoria en Sausalito.

A los cinco meses de aquel episodio en la Bahía de San Francisco, se introdujo en los Stax a grabar. La grabación definitiva, poco menos de tres semanas después de la primera, se completó en apenas media hora, en una sesión nocturna en la que estuvieron arropados por el acompañamiento de MG‘s y los Bar-Kay. Habían dejado una canción para la Historia.

Redding, en apenas un lustro se había granjeado una excelente fama como músico, interpretando diferentes géneros y actuando en festivales pioneros como el Monterrey Pop, ya en 1967.

Una más: tras morir Redding, el coautor de esta obra maestra mezcló el tema, y fue idea suya sumar el sonido de las gaviotas y las olas alcanzando la orilla, como pensaba hacer Otis Redding, con vistas a evocar justo lo que él tenía en el momento que ideó la canción.

¿Qué es The Dock of the Bay?

La propia canción lo detalla. Se refiere a los muelles del puerto, en la Bahía de San Francisco (Frisco Bay), que desemboca en el Océano Pacífico. El agua que llega hasta este estuario, en el estado de California, proviene de los ríos Sacramento y San Joaquín.

El Golden Gate, el emblemático puente rojo, es un lugar en el que se repiten los suicidios. Parece que nada va a cambiar.

La canción de Redding no destaca por su instrumentación, sino por la fuerza de su interpretación, por el sentimiento colosal que pone sobre las tablas.

The dock of the bay, disco

Un disco póstumo que arrasó

El disco que incorporaba esta canción -de igual nombre, Dock of the bay– catapultó a la eternidad a Otis Redding. De hecho, vendió la nada desdeñable cifra de cuatro millones de copias en aquellos momentos, tras la conmoción que supuso la muerte del cantante de Georgia.

Tuvo tal impacto la caída de la avioneta al Lago Montana en la que iba Redding, entre otros músicos, que hasta otros coetáneos como Jim Morrison, aludió a esta canción, en el tema Runnin’ blue, del disco The Soft Parade de The Doors, compuesto junto a Robby Krieger.

Tip instagram Sittin on the dock of the bay

Chema Sánchez

Soy Chema Sánchez, Chemartaco, periodista, músico frustrado y amante de todo lo que suene bien. Music and Rock es la web de análisis de canciones, críticas de libros musicales, entrevistas y crónicas de conciertos creada en noviembre de 2017. Con esta web he sido finalista en los Premios 20blogs de 20minutos en 2019 y ganador en la categoría "Blog Personal" en la XIV edición, en 2020. En 2021 el blog recibió el premio al "Mejor Blog" de los VI Premios Transformación Digital de Castilla y León. ¿Me acompañas? Contáctame en: musicandrock@musicandrock.com

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