El análisis más completo sobre uno de los temas clave en la carrera de los mexicanos
Canción: Te lloré un río
Grupo: Maná
Disco: ¿Dónde jugarán los niños?
Posición en el álbum: 9
y letras: Fher Olvera
Productor: Fher Olvera, Alex González y José Quintana
Duración: 4:52
Grabación y mezcla por Benny “Cacahuata” Faccone. 2º Ingeniero Keith (extraído del disco original). En los Estudios Devon Shire y Ocean Way de Los Ángeles (Estados Unidos), durante la primavera de 1992.
Lanzamiento: 27 de octubre de 1992.
Discográfica: Warner Music México
Hablaremos hoy de Te lloré un río, de los mexicanos Maná.
Que tire la primera piedra quien no haya sufrido un desamor. Desamor, desamistad, desengaño, desencanto, desesperanza… Quién no se volcó en alguien a quien, con el tiempo, preferiría ni siquiera haber conocido.
¿Todos, verdad? Levantad la mano (nadie os va a ver, o como mucho os preguntarán qué hacéis), pero levantada…
Que nadie se quede con las ganas.

Pues bien, esos sentimientos los supo plasmar con maestría un grupo mayúsculo, Maná. El conjunto del que hablaremos esta semana.
Una agrupación especializada en la vertiente amatoria aplicada a la música.
Una formación especializado en canciones de duelo y esperanza.
Ambos conceptos mezclados, dispersos… daba igual.
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Significado de Te lloré un río
La sensibilidad en las letras de Fher Olvera es una constante en la trayectoria de Maná. Y, como decíamos al inicio de este texto (espero que no se te esté haciendo especialmente largo, aunque lo es), este tema habla de desamor. Y de cómo el protagonista del tema parece estar recuperado. Tiene una chula sirena… Si bien, no olvida, aunque perdona… no hay rencores, sólo los dolores. Mi alma está arañada, lloré en suelo mojado, no es justo no, bebé…

Maná fue un huracán en México. Echando un vistazo a las webs de aquel país, sirva de ejemplo que el vídeo de esta canción (la verdad que resulta un compendio de tipos de planos) era estudiado en las facultades de Comunicación Audiovisual…
Poca luz, poco color (obviamente, a juego con la temática)… Lo opuesto a una banda que derrocha energía y sentimientos. Incluso en sus peores discos.
¿En qué disco aparecía?
Sobre este tema (y el potencial del grupo mexicano) recuerdo que yo discutía con un compañero de piso, allá por mis años universitarios.
Aquel joven insistía en la superior riqueza musical de Los Rodríguez, mientras un servidor pensaba que tenía mucho más recorrido Maná.
Y, en predicciones musicales, no me suelo equivocar mucho.
Aunque, para gustos los colores.
Poco antes de aquella amable discusión, Maná había publicado Cuando los ángeles lloran y estaba a punto de sacar a la venta Sueños líquidos, que marcó un cambio de rumbo (menor calidad) del que sólo se repondría en 2006, con Amar es combatir.
Cría fama y échate a dormir.
Lo cierto es que Maná se lo puede permitir.
Es el grupo de rock latino por antonomasia.
Aunque en su propio país tenga muchísimos detractores.
Una autoridad en su México natal.
El Alejandro Sanz (ahora que el madrileño ha puesto en su sitio al tal Maluma) del país azteca.

¿Dónde jugarán los niños?
El grupo de Jalisco batió récords con ¿Dónde jugarán los niños?, publicado hace 25 años (y unos meses). Es el álbum en el que se integra esta canción, Te lloré un río.
Estuvo entre los 100 más vendidos de la década de los 90 y, sobre todo, llevó a la banda a protagonizar un tour internacional abrumador.
Con, ¡ojito!, 268 conciertos en 17 países. Se patearon Estados Unidos, Chile, Ecuador, Perú, Bolivia y poco después logran conquistar Argentina y España.
El sencillo Vivir sin aire se colocó en la cima de las listas de popularidad de estos países.
Una proeza que sólo había sido lograda por la banda mexicana Los Panchos, 26 años atrás. Palabras mayores.

Este trabajo de Maná definió la música latina de la década. Aquello era rock, pop, había de todo… nada tiene que ver con lo que hoy denominan con esa etiqueta. En un altísimo porcentaje, bazofia. Dicho sea sin acritud. ¿Dónde jugarán los niños? alcanzó el número 4 de la lista de Álbumes Latinos del Billboard.
La revista de ese medio, precisamente al que aludimos en algunas otras reseñas, aportaba la siguiente reflexión: «el disco rebosa de canciones de fiesta, baladas potentes, ska-punk y hasta activismo medioambiental». Muy típico de Maná.
En la lista del Billboard, el trabajo más importante del cuarteto mexicano hasta la fecha, permaneció durante 97 semanas.
Entre los mejores LP latinos
En este contexto, no es de extrañar que la propia Billboard situara a en el puesto 35 a ¿Dónde jugarán los niños? entre los mejores LPs latinos de los últimos 50 años.
Si el listado fuera el de los más influyentes, estaría mucho más arriba.
Fue tal el rebufo que dejó, que años más tarde otra banda internacional mexicana, Molotov, se despachó con otro gran trabajo, que tituló ¿Dónde jugarán las niñas?
El grupo de «Micky y Tito» también triunfó y vendió más de un millón de copias con un título que hacía clara alusión al original de Maná…
Y con una portada especialmente polémica, así como varios de sus temas, que sonaron mucho en el ámbito hispano.
Pero volvamos a ¿Dónde jugarán los niños? La singularidad del trabajo de Maná, es que se incorporaba a la banda al guitarrista César Vampiro López (Fher Olvera, el líder de la banda, lo cita en otro tema del disco, concretamente el cierre del trabajo: Me vale.
Un gran tema, que siempre me recordará a otro gran amigo, otro “vampiro”, el bueno de César Olmo.
Fue tal el éxito del trabajo, que se relanzó el 15 de febrero de 1994, dos años después de ver la luz, con dos nuevos temas. En total, ha vendido ya más de 10 millones de discos.
Echando cuentas, se publicaron ocho sencillos, todos exitosos: Oye mi amor, De pies a cabeza, Como te deseo, Te lloré un río, Como diablos, Me vale, Cachito y Vivir sin aire.

El medio ambiente, presente en sus trabajos y su idea musical
Entonces como ahora, Maná no oculta su ideología (apoyaron la reelección de Obama en 2012, aunque cinco años había respaldado públicamente la independencia de Puerto Rico de los Estados Unidos), sus planteamientos ecologistas (se ven claramente en este disco, pero también en muchas perlas de su discografía, en particular en Cuando los ángeles lloran).
De hecho, la banda dirige su Fundación Selva Negra, que financia y respalda proyectos dirigidos a la protección del medio ambiente.
Pues bien, el grupo logró la certificación de disco de platino de Promusicae, por sus ventas de discos en España. Lejos quedan aquellos tiempos y habrá que ver si la banda sigue en forma (Fher Olvera, auténtico termostato del grupo cumplía no hace mucho 58 años).
La oportunidad llega este verano, cuando el grupo visite España. De momento, se conocen varias fechas, pero lo que ya se sabe es que la primera fecha en nuestro país tuvo lugar en Gredos, el 21 de julio de 2018.
El primer Unplugged latino
Pero Maná ha batido otros récords: fue el primer grupo iberoamericano en grabar un Unplugged de la MTV, emulando al exitoso compendio que montaron grupos como Nirvana.
Luego se prestarían al lío otros como Alejandro Sanz o Miguel Bosé… Recientemente ha sido el primero en ofrecer dos conciertos con todas las entradas agotadas en el MGM Grand Arena de Las Vegas, con motivo del Día de la Independencia de México de 2017.
En el Paseo de la Fama de Hollywood tienen su propia estrella.
Maná tiene poco que demostrar: ha vendido 40 millones de discos y ha despachado 12 millones de entradas para sus conciertos. Es uno de los pocos grupos iberoamericanos que garantiza llenar estadios. Lo volverán a hacer.
Maná, desde que dio el salto internacional, ha cuidado mucho nuestro país.

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Gracias, César. Un abrazo grande
Muy, muy bueno. Chema