Feist y sus movidas espacio-temporales en el metal del siglo XXI
Canción: Graveyard
Grupo: Feist
Autores: Leslie Feist
Disco: Metals
Duración: 4:17
Posición en disco: 2
Publicación: 30 de septiembre de 2011 (Europa); 3 de octubre de 2011 (Reino Unido); 4 de octubre (EE UU / Canadá).
Grabación: Big Sur, California. 15 febrero – 17 de marzo de 2011
Producción: Feist, Chilly Gonzales, Mocky y Valgeir Sigurdsson.
Posición más alta en listas: –
Discográfica: Polydor
Hoy hablaremos de una canción que lleva por título Graveyard de Feist.
Hoy hablamos de la canadiense Feist y de una canción de 2011 que pasó sin pena ni gloria dentro de un disco resultón. De esos que demuestran que si escarbas, siempre hay trasfondo. Solemnidad. Grandes composiciones en cualquier esquina. Pero, como en casi todo en la vida, hay que rascar para hallar.
Supongo que es la astenia primaveral, pero son semanas complicadas.
De bajón anímico.
A lo que hay que sumar el shock que supone abrir un periódico, leer que ha habido tres fallecidos en un accidente de tráfico en Soria y que la foto en miniatura del rotativo te muestre que uno de ellos era un gran compañero de trabajo, al que, en una mañana de mayo, se le cruzó un inorportuno camión.
Inorportuna muerte.
Que siempre lo es.
Da qué pensar: aquello de que no somos nada.
Lo de que hay que disfrutar del camino mientras haya trecho.
Que la vida son dos días, pa’ qué vas a exprimirte el limón. Que cantara El Último de la Fila.
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Xavi Prats. Adiós, amigo, adiós

De Xavi Prats, que así se llama mi amigo fallecido… sólo puedo decir lo que los que convivimos de alguna manera con él hemos venido argumentando estos días: era un gestor increíble.
Con su sonrisa, te desmontaba. Abortaba de saque toda discusión.
Algo no precisamente usual en el ambiente de un medio de comunicación, donde también hay malos bichos sueltos.
Sabía guiar.
Como pocos.
Su palabra no era ley, pero nos amoldábamos todos.
Siempre, de buenas.
Era un cachondo (tal cual) y siempre tenía la mejor palabra que dar. En los años que compartimos charla telefónica prácticamente a diario, me contaba sus historias familiares, que un niño venía. ¿Otro más, Xavi?.. Era un titán. Podía con todo. De verdad. Y era él el de los constantes ánimo. Era de los de Chema, tú puedes con eso, y con menos… Deja seis niños huérfanos, todos en edad escolar. Pero su legado es colosal. Diría que en los tiempos que corren, único. Más allá de sus estupendos muchachos.
Con él, nos han dejado Teresa, su mujer, y su suegra, María del Carmen. Descansad en paz (Xavi era un tipo profundamente creyente). Y sé que lo hará.
Graveyard, ¿Qué significa?
De manera que hoy no se me ha ocurrido otra cosa que traer esta canción, que –lo siento- habla de un cementerio. La última parada. Mis ideas de bombero. Pero más allá del contexto, estamos ante una pieza magistral de Feist. Publicada en 2011. Y cuyo vídeo –del que hablaremos- se lanzó como reclamo el Día de los Muertos de 2012.
Un tema que, ¡ojo!, nos acerca ese lugar cargado de leyendas y suspicacias en positivo. Vean más abajo la letra. «Traénoslos a todos a la vida», canta Feist, como -de manera parecida- años atrás lo habían hecho los góticos Evanescence.
Todo en estos días algo macabro, pero en esta canción, tal como relataba Feist en su propia web. “No se habla del cementerio como ubicación, sino de los pensamientos enredados que tienes cuando visitas uno”.

“Por lo general, estás allí para recordar a alguien que ha fallecido, y piensas en términos generales en qué se han convertido y cuál es tu propia mortalidad y qué significa el tiempo”, continúa.
Filosofía de vida
Lo cierto es que la cantante ya anticipa una realidad: “Las personas aparecen y desaparecen de tu vida. El dolor viene en forma de pensamientos mucho más grandes; es más filosófico”.

¿Todo está en la cabeza? Pues sí. O no. Depende cómo se mire. Depende cómo nos vaya en la feria. A mi modo de ver, en esta serie ficcionada que transcurre del nacimiento al deceso, hay una parte relevante que está en el corazón. En la espiritualidad intrínseca de cada uno. Esa que todos poseemos y en ocasiones rechazamos. Pero regresa.
Concluye Feist en esa reflexión que el cementerio “es un retroceso de los detalles y es grandioso y aislante”.
El disco triunfa
Feist recibió tres premios Juno en la ceremonia de 2012 por este trabajo: Artista del Año, Álbum Alternativo Adulto del Año por Metals y DVD de Música del Año, por su documental Look at What the Light Did Now (Mira lo que acaba de hacer la luz).

Su disco Metals, del que se extrae esta canción, lo merecía. No estamos de acuerdo algunos críticos y un servidor en que ésta sea una mala canción. Sí es extraña en el disco. Hay quien hablaba de que emplea “un truco con voces de coro en varias partes, una cualidad casi infantil”. Pues así es, son voces infantiles. Y excelentemente aplicadas.
Hecho de metales
Pero, la belleza no está sólo en el exterior, amigos. Y a esas reflexiones empuja este cuarto trabajo de Feist. Hecho de metal. Pero no con greñas y en los años 90. Esto es metal del siglo XXI.
Feist es una curranta de la música. En sus años mozos, hizo giras a lo largo y ancho de Canadá con los temas de los Bee Gees. Pero no cejó en su empeño para ser una de las mejores cantautoras de Canadá. Una gran música, algo que no pueden decir otros compatriotas suyos, aunque copen las listas de “cantantes” más escuchados en el mundo. ¿Lo pilláis, verdad?
Metals de Feist: Melodías, arte
Feist es puro arte, como quedó de manifiesto en sus anteriores trabajos. Pero Metals supuso un paso más allá. Feist tiene carisma, voz. Melodías. Pureza. Y vaya si se nota.
Habrá quien la encasille en el folk-pop que tanto ha llenado anuncios en los últimos años, pero canciones como Mushaboom, 1234 o Fire in the Water, dicen que es bastante más que parafernalia. “Tiene quizás la voz más reconocible de cualquier cantante femenina contemporánea”, podía leerse en las crónicas de aquel momento.
“Feist suena mejor cuando la música conduce la canción; la instrumentación fuerte empuja a Graveyard hacia adelante, una de las mejores canciones de Feist hasta la fecha”.
Mira ahí estamos de acuerdo. Sigue siéndolo.

El disco se publica primero en Europa (excepto Reino Unido), el 30 de septiembre, y unos días después en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Si bien, el sencillo How come you never go there, sale a las ondas el 12 de agosto.
Directo al Billboard
Con este álbum giró por medio mundo, durante un año.
El trabajo alcanzó en su lanzamiento el puesto 7 del Billboard 200 de Estados Unidos, y vendió 38.000 copias en su primera semana a la venta.
Lo cierto es que Metals surge tras dos años sabáticos de Feist.
Y, a pesar de ser una abanderada del indie americano, se surtió de herramientas de marketing.
De hecho la promoción del álbum arranca con vídeos cortos. Sobre cómo se hizo el álbum y perlas de las canciones.
Las redes sociales ya habían inundado nuestra vida en 2011.
¿Cómo se gestó Graveyard?
Feist es enigma en escena. Pero estamos, probablemente, ante una de las mejores cantantes de emociones del siglo XXI.
Junto a sus socios en escena, el rapero Chilly Gonzalez y Mocky (un pirado compositor somalo-canadiense) inicia el álbum en Toronto.
Pero posteriormente acomete arreglos en el Big Sur de California.
El disco, de medalla como habréis supuesto (habiendo elegido este tema), se entra en emociones vitales, universales. Y rompe con el pasado. Aunque, la línea continuista está en que, en muchos asuntos, obviamente, es autobiográfica.
La crítica alabó especialmente Anti-Pioneer y Get It Wrong, Get It Right. Susurros cantados. O Comfort me. Pero me quedo con Graveyard. De lejos.
Lo cierto es que la crítica calificó este álbum como uno de los mejores de 2011. Metals es jazz, blues, pop, folk. Una mezcla única, y bien tirada.
Mejor Artista Femenina Internacional
Feist, gracias a este trabajo y a lo hecho antes, fue nominada a Mejor Artista Femenina Internacional en los Brit de 2012.
También ganó con este álbum el Premio Polaris Music, siendo la primera artista femenina en hacerlo. Esto empujó a las ventas: según Bureauexport, un año después ya había despachado 313.000 copias de su Metals.
El vídeo

Rolling Stone titulaba esto aludiendo al vídeo de la canción:
Feist se pone misteriosa en Graveyard
“Los miembros de la banda aparecen y desaparecen en un nuevo clip fascinante”, apuntaba el crítico del momento.
Nos pasamos de frenada a veces.
Eso sí, era singular cuando menos.
De hecho, es escueto, por no decir sencillo.
Una grabación lejana, misteriosa, en banco y negro. Donde Feist y su grupo interpretan la canción que hoy traemos a colación.
En un claro del bosque, Feist canta, mientras los componentes de la banda van surgiendo de la nada. “Después del clímax altísimo -completo con un asesinato de cuervos que surgen en la pantalla-, cada miembro desaparece cuando la canción se desvanece, dejando a Feist sola”.
Una ida de cabeza, clarísima, pero curioso de ver.
Música, más que imagen.
Canción más que videoclip.

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